Enrique Romero: Las escuelas taurinas

El sueño de muchos niños y jóvenes es salir en hombros por las puertas de las más importante plazas de toros, es que sin duda alguna, las corridas de toros se han convertido en el espectáculo taurino más visto y visitado en muchas ciudades tanto europeas como latinoamericanas. En España hay alrededor de cincuenta escuelas taurinas, en donde asisten personas de diferentes edades para aprender sobre este arte ancestral que cada día gana más adeptos, por ser un espectáculo colorido y atractivo.

El toreo se ha convertido en una afición que cada vez más llama la atención de personas que quieren ser partícipe de esta tradición de la tauromaquia. Se tiene entendido que la primera escuela taurina tiene su origen durante el reinado de Fernando VII, se instauró en Sevilla por el año 1830 bajo el nombre de Real Colegio de Tauromaquia o Escuela Gimnasio Taurina como también era conocida.
En 1963 la tauromaquia española ve con regocijo la aparición de una nueva escuela, la segunda en su historia, propiedad de un ex novillero y tenía carácter privado, su nombre: Venta de la Vega. Esto dio paso a la aparición de otras escuelas, con el propósito de eliminar que los maletillas (jóvenes que aspiran abrirse camino en el mundo del toreo) entraran sin permiso a las ganaderías para aprender el oficio de toreo.
Enrique Romero Fernández explica la importancia que tienen las escuelas taurinas:
1.- Los estudiantes aprenden técnicas que les permiten defenderse de los ataques y embestidas de los toros, esto permite que los chicos no sufran constantes heridas en comparación con los casos de los toreros autodidactas.
2.- Para pertenecer a las escuelas taurinas, los alumnos deberán poseer buenas calificaciones, esto conlleva a que los jóvenes no renuncien a sus estudios académicos sino que puedan unir ambas actividades.


3.- Los estudiantes desarrollan la disciplina, lo que permite aumentar el amor por el toreo.
4.- Los futuros toreros tienen un lugar seguro para realizar sus prácticas, se les ofrecen plazas  previamente establecidas en donde pueden demostrar sus habilidades y compartir con estudiantes de otras escuelas taurinas.  
5.- A través de estas escuelas los chicos conocen de cerca a los toros bravos y aprender sobre su comportamiento, fiereza y majestuosidad.
6.- En las escuelas taurinas no solo se aprende a torear, sino que también se enseña a tener respeto hacia el toro.
Los jóvenes pasan por largas horas de entrenamiento tanto físico como mental, para que una vez que llegan al ruedo, ofrezcan un buen espectáculo primeramente como picadores y luego como toreros principales.



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